Es robusto y de estatura mediana. A primera vista no parece entrenador de fútbol. Por su apariencia se le podría relacionar dedicándose a otro oficio. Pero, aunque parezca mentira, ostenta varios títulos académicos, que lo hacen apto para dirigir en cualquier parte del mundo.Sí, aunque no lo crea. No olvide a este señor: Aparicio Medardo Arce Burga. Su primer nombre es originalmente apellido y el segundo parece extraído de la alguna cita bíblica. Medardo Arce, a secas. Así lo conocen en la jungla que es el fútbol peruano.
Famoso por su verborrea, por su abdomen pronunciado y por su juvenil indumentaria (alternaba shorts y buzos de educación física). Y conocido, sobre todo, por haber hecho debutar a un inocente chico de 13 años en el fútbol profesional en el 2001. Recuérdenlo: era Fernando García, hoy jugador del Juan Aurich de Chiclayo. Justamente en ‘El Ciclón’, Arce, apodado ‘Petardo’ por la prensa deportiva, hizo su estreno como entrenador en la Primera División. Luego, descendido el Aurich, el DT oriundo de Lambayeque en 1956 recaló en el Deportivo Wanka de Huancayo.
Tiene estudios en el Perú (en la FPF y en Educación Física en la UNMSM) y en el exterior. En España homologó su título como director técnico. Al menos eso dice su hoja de vida. Hizo sus prácticas en el Club Sao Paulo de Brasil y, luego, como ya se sabe, trabajó en Tarma, Sullana (como asistente), en Chiclayo y Huancayo.
Pero pocos saben que acabó una maestría en entrenamiento de fútbol en Europa y el curso de entrenador nacional superior de fútbol (Nivel III) en España. Labora, además, para un grupo de Agentes de Europa en Sudamérica. Y, como muchos estrategas titulados en el mercado, no tiene lugar entre los catorce clubes de elite del torneo doméstico.
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